miércoles, 7 de febrero de 2018

LA GUERRA DEL OPIO




1.  GUERRA DEL OPIO
La ambición por tener el mayor dominio ante países con menor desarrollo llevo a las potencias imperialistas a la guerra, otra manera más de extender su dominio. En este ordenador gráfico se muestran las principales guerras provocadas por el imperialismo.

China fue una de las más afectadas por el imperialismo europeo. La penetración occidental en China a fines del siglo XIX se logró a través de la intervención militar en territorio chino por los europeos, principalmente por Inglaterra en la llamada “Guerra del Opio”.

La rendición de China dio lugar al Tratado de Nankin en 1842, que para China significó el afianzamiento del dominio europeo en su territorio, disminución de la soberanía de la dinastía Manchú, y la apertura de puertos como la de Shanghai al comercio extranjero. La economía China fue controlada entonces por los europeos al hacer concesiones comerciales con ellos.

Durante la década de 1850, las ideologías expansionista de las principales potencias europeas y Estados Unidos de América, se percataron del crecimiento que experimentaba China quisieron entablar relacionen ultramarinos y comerciales con China, con la finalidad de expandir sus territorios en China.

Inglaterra bajo el dominio de la reina Victoria, hizo la petición  a emperador Chino Quig, por medio de sus autoridades bilaterales, de renegociar el Tratado de Nankin de 1842, en las peticiones los ingleses incluían que pudieran ejercer el libre comercio en todo el territorio chino, legalización del opio, abolir los impuestos a extranjeros para el transito interno, suprimir la piratería, regular el tráfico de los trabajadores semiesclavos que eran llamados culíes y de permitir al embajador británico en residir en Pekin. A estas peticiones hechas por Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos fueron rechazadas por el emperador  Qing.

El 8 de octubre de 1856, de da en suceso llamado como “el Incidente Arrow” debnido que los oficiales del emperador Qing, pidieron abordar  el barco arrow, que era chino ya estaba en poder de los británicos, para registrarlo, aun cuando ya había sido registrado en Hong- Kong, porque había la sospecha de contenía contrabando y piratería; en él detuvieron a doce chinos y puestos en prisión.

Los oficiales británicos en Cantón pidieron la liberación de los navegantes afirmando que como el barco había sido recientemente registrado por británicos estaba protegido bajo el Tratado de Nankín. Sólo cuando fue demostrado que aquél era un argumento débil, los británicos insistieron en que el Arrow enarbolaba pabellón británico y que los soldados de los Qing habían insultado la bandera. Estando en guerra con los insurgentes de la Rebelión Taipíng, los Qing no estaban en condiciones de recibir un ataque de Occidente.

Aunque los británicos estaban también ocupados por la Rebelión de los Cipayos en la India, respondieron al Incidente del Arrow en 1857 atacando Guangzhou desde el Río de las Perlas. Después de tomar los fuertes cercanos a Cantón sin mucho esfuerzo, la Armada Británica atacó la ciudad. El Parlamento británico decidió resarcirse con creces de lo ocurrido con el Arrow  invitando a Francia, los Estados Unidos y Rusia para adherirse al Reino Unido en una alianza. Francia se unió a la acción británica en contra de China a causa de la ejecución del misionero francés Padre Auguste Chapdelaine por parte de autoridades locales en la provincia de Guangxi.

Los británicos y los franceses unieron fuerzas bajo el mando del almirante Michael Seymour. La armada británica, liderada por Lord Elgin, y la francesa, a las órdenes de Gros, atacaron y ocuparon Guangzhou a finales de 1857. La alianza anglo-francesa mantuvo el control de Guangzhou durante casi cuatro años.

La coalición se dirigió luego hacia el norte para asaltar los fuertes de Taku, cerca de Tientsín en mayo de 1858.

En junio de 1858, la primera parte de la guerra concluyó con el Tratado de Tientsín, del cual Francia, Rusia y los Estados Unidos fueron también signatarios. Los chinos inicialmente se negaron a firmar el tratado, cuyos puntos más importantes eran:

1.  El Reino Unido, Francia, Rusia y los Estados Unidos tendrían el derecho de establecer legaciones diplomáticas (pequeñas embajadas) en Pakín, una ciudad cerrada en aquel tiempo.
2.  Diez nuevos puertos serían abiertos al comercio internacional, incluyendo Niuzhuang, Danshui, Hankou y Nankín.
3.  Derecho de todos los buques extranjeros, incluyendo barcos comerciales, a navegar libremente por el río Yangtsé.
4.  Derecho de los extranjeros a viajar a regiones internas de China.
5.  China debería pagar una indemnización al Reino Unido y Francia de 2 millones de taeles de plata respectivamente;
6.  China debería pagar una compensación a los comerciantes británicos de 2 millones de taeles de plata por la destrucción de sus propiedades.

El 28 de mayo de 1858, el Tratado de Aigún fue firmado con Rusia para revisar la frontera entre aquella nación y China, cosa que no se hacía desde el lejano Tratado de Nerchinsk de 1689. Rusia ganó la orilla izquierda del río Amur. El tratado también le dio control sobre el área costera del Océano Pacífico que no se congelaba, permitiendo así la fundación de la ciudad de Vladivostok en 1860.

En 1859, después de que China se negara a permitir el establecimiento de embajadas en Pekín como se había acordado en el Tratado de Tientsin, una fuerza naval bajo el mando del almirante Sir James Hope Grant bombardeó los fuertes ubicados en la boca del río Hai He dañándolos gravemente.

En 1860, una fuerza anglo-francesa se reunió en Hong Kong y  llevó a cabo un desembarco en Pei Tang  el 3 de agosto, y un exitoso ataque a los fuertes de Taku el 21 de agosto.

El 26 de septiembre la fuerza llegó a Pekín y tomó la ciudad el 6 de octubre. Nombrando a su hermano, el príncipe Gong, como su representante, el emperador Xianfeng escapó al Palacio de Verano de Chengde, situado en dicha ciudad. Las tropas anglo-francesas incendiaron el Palacio de Verano Nuevo y el Viejo Palacio de Verano de Pekín después de varios días de saquearlos.

El  Tratado de Tianjín, firmado en junio de 1858, fue finalmente ampliado y ratificado por el hermano del emperador, el príncipe Gong, en la Convención de Pekín del 18 de octubre de 1860. Así se puso fin a la Segunda Guerra del Opio.
A los cristianos les fueron concedidos todos los derechos civiles, incluyendo el derecho de propiedad privada  y el derecho de evangelizar.

El contenido de la Convención de Pekín incluyó:
1. El reconocimiento de China sobre la validez del Tratado de Tientsin o Tianjín.
2. Apertura de Tianjin como puerto comercial.
3. Cesión del Distrito nº 1 de Kowloon  al Reino Unido.
4. Autorización a los barcos británicos para llevar a los chinos heridos a EE.UU.
5. Indemnización al Reino Unido y Francia por 8 millones de taeles de plata a cada uno.
6. Legalización del comercio de opio.


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